◦•●❤♡ las emociones y sus funciones pt. 2 ♡❤●•◦

Esta sería la segunda parte, hablando sobre las emociones, y como estas afectan en nuestro día a día, nos habíamos quedado en que, si una persona, no dispone de una emoción, tampoco dispone de su respectiva función.

Pero, ¿Por qué si todas las emociones son importantes, yo pretendo o elijo no escucharlas?

Pero la verdadera pregunta es ¿Qué paso en tu infancia con estas emociones? ¿Cómo fueron tratadas y abordadas esas emociones en la infancia?

Es importante hablar del respeto de las emociones, me refiero a que, las personas que estaban al cuidado de nosotros cuando éramos más pequeños pudieron haberle hecho lugar a esa emoción. El respeto surge de la sensación de que estas primeras figuras de amor o de apego, pudieron aceptar que la emoción que tenía el niño o niña tiene derecho a existir.

¿Qué pasa cuando no se respeta esa emoción que el niño o la niña esta expresando?

El niño o niña empieza a elaborar determinados mecanismos para que esa emoción no aparezca. Y los niños sueles usar dos grandes tipos de mecanismos:

Uno consiste en permitirse sentir la emoción, pero evita su expresión, es decir, no lo demuestro exteriormente.

El segundo es un poco más profundo, el cual consiste en que se impide la experimentación, quiere decir, que el niño ni siquiera siente la emoción.

Por ejemplo, si una madre es super prohibitiva con la tristeza (por la razón que sea), es muy probable que el hijo empiece a elaborar ciertos mecanismos inconscientes para ni siquiera experimentar esta emoción. Si la prohibición es un poco más leve, probablemente el niño pueda experimentar la tristeza, pero que no la exprese. Y si el niño no puede expresar esa emoción, la puede reemplazar por otra. Por ejemplo, si la madre del niño no lo deja expresar la tristeza, probablemente el la reemplace por una emoción que su madre si permita, como el enojo. Otro ejemplo puede ser que:

En lugar de hacer contacto con el enojo, se ríe.

En lugar de hacer contacto con el miedo, se enoja (atacando a aquello que teme).

En lugar de hacer contacto con la tristeza, siente miedo.

También se pueden llegar a prohibir las emociones placenteras, hay veces en las que se impide la alegría o el amor.

Y esta prohibición va con nosotros, hasta llegar a la adultez. Pero ¿Qué sucede con estas emociones? ¿Desaparecen?

No, en cambio, se van acumulando y acumulando, y tanta acumulación de emociones, tiene que salir de una manera, y cuando salen, lo hacen de una manera explosiva, por ejemplo el enojo.

¿Han visto esas personas que no contactan con el enojo?

Esas personas que casi no se enojan. De repente, por un hecho muy cotidiano, tienen una reacción sumamente desproporcionada, y ahí es cuando todo ese enojo acumulado explota. Es prácticamente la gota que derrama el vaso, y que permite la expresión de ese enojo acumulado. 

Es un mecanismo en plan: acumulo, acumulo, acumulo, me lleno, y exploto, el nivel de la emoción baja. Y vuelvo a acumular y acumular, vuelvo a explotar, y la emoción vuelve a bajar.

Se podría decir que:

Quien acumula enojo, es esa persona antisocial, que termina explotando y tratando mal a las personas.

Quien acumula tristeza, una vez que la tristeza sale, podemos ver una depresión.

Quien acumula miedo, vemos una fobia, por que descarga todo el miedo acumulado en un solo objeto.

Quien acumula alegría, vemos una persona maniaca, de golpe es demasiado alegre, y tiene una alegría des mesurada

Quien acumula amor, si llega a enamorarse, lo hace de una manera perdidamente infantil, o dependiente 

Entonces ¿Cómo nos damos cuenta que utilizamos las expresiones adecuadas frente a determinadas situaciones? 

Bueno, es un poco complicado, aunque se puede saber a través de una sensación, la sensación de si me siento ordenada o no en la situación que estoy viviendo.

¿Cómo podemos hacer para poner en práctica esa sensación?

Bueno, vamos a repasar: imaginemos una situación, por ejemplo, la situación que viví ayer, con mi tía, mi hermana, mi hermano, o con el vendedor, con quien sea, en donde esa persona me dijo algo. Pienso en esa situación, la repaso, y me pregunto ¿Siento que estuve ordenado en mi manera de reaccionar? ¿Identifique que mi emoción era acorde a la situación o fue desmedida? Eso es lo que nos irá marcando el camino.

Y si descubrimos que no, que nuestra manera de reaccionar fue desmedida, por ejemplo, si el vendedor me dio mal el vuelto, y me enojo con el, o todas las personas me invaden todo el tiempo, abusan de mi confianza, o me mienten.

Cuando yo puedo descubrir esto, si mi emoción esta por de más, o por de menos, hay una señal clara en la que hay que buscar que esta pasado con mis emociones.

En resumen, quisiera terminar diciendo cuales son las funciones de las emociones principales:

Miedo: Nos protege. Es el afrontamiento, o la protección frente a algún peligro.

Tristeza: Ayuda a elaborar las perdidas, y la reintegración personal y reconciliación

Ira o enojo: Nos da las defensas para nuestro ataque y a poner limites a los demás.

Alegría: Acción y contacto con los demás.

Sorpresa: Enfocarnos en lo imprevisto y así defendernos de cualquier amenaza.

Asco: Rechazo hacia aquello que puede perjudicarnos.

Culpa: Reparar y hacer las cosas diferentes a la próxima vez.

Admiración: Imitar aquello que nos gusta.

Curiosidad: Sentir interés por lo desconocido.

Y así hay muchas más emociones, que si logramos utilizarlas de buena manera, serán muy importantes para nuestro funcionamiento psíquico. 

Realmente no creí que llegara a ser tan largo como para dos entradas, pero es un tema que me gusta mucho, y quise compartirlo. Espero haya servido para la comprensión de que todas, absolutamente todas las emociones son necesarias. ❤